Acerca de la Iglesia Unida de Cristo
Un diálogo inteligente y una postura independiente a veces le ha significado a la Iglesia Unida de Cristo (UCC) y sus 1,4 millones de miembros/as ser llamados/as “una mezcla temeraria y provocadora”. La UCC tiende a ser la denominación más progresista que libre de tapujos une el corazón y la mente. Y es así que la UCC logra balancear la autonomía congregacional con un fuerte compromiso de unidad entre sus casi 6.000 congregaciones –a pesar de las múltiples diferencias entre muchas de las congregaciones locales sobre una variedad de temas.
Aún cuando importantes elementos de la herencia e historia que se remontan al siglo XVI se mantienen, la UCC y sus antecesores/as se han demostrado a sí mismos/as que son capaces de avanzar, uniendo la fe a la justicia social y concibiendo una teología y servicio que va más allá en un mundo que está en constante cambio. Reafirmando que Jesucristo es la cabeza de la Iglesia, la UCC reclama como propia la fe de la iglesia histórica expresada en los credos ancestrales y reivindicada en los conocimientos elementales de los reformistas protestantes. Sin embargo, la UCC también afirma la responsabilidad de la iglesia en cada generación y comunidad de hacer de la fe algo propio en cada realidad de adoración, con honestidad a través del pensamiento y la expresión, y en pureza de corazón ante Dios. Mira a la Palabra de Dios en las Escrituras, y a la presencia y el poder del Espíritu Santo para prosperar su trabajo creativo y redentor en el mundo. Una de las características que distingue a la UCC es su tendencia a creer que… Dios todavía nos habla…aún cuando nos deja ahí solos/as. La historia muestra que, las más de las veces, sólo estamos solos/as por un momento. Además, recibimos tantos regalos de parte de nuestros/as hermanos/as ecuménicos/as, que estar “adelantados/as” parece ser uno/a de los nuestros/as.
La UCC reconoce dos sacramentos: el Bautismo y la Cena del Señor o la Santa Comunión.
¿Quiere saber más? Para más información y aprender sobre la rica historia de la UCC visite ucc.org
Rev. John H. Thomas |
El Alma de Nuestra Identidad
Tercer sábado después de Pentecostés
20 de junio, 2004
Gálatas 3:23-29
Desde nuestra fundación, la Iglesia Unida de Cristo ha luchado por articular su identidad. Los nombres de denominaciones antepasadas identifican elementos importantes: Evangélico evoca una piedad moldeada por un encuentro personal con el Evangelio. Congregacional nos recuerda lo medular de la iglesia local para el discipulado y la misión. Reformada nos enseña que la iglesia y la sociedad son sujetas al pecado y deben, por lo tanto, ser reformadas de acuerdo a la palabra profética. Cristiana nos conecta con aquellos/as que aman la simplicidad de un compromiso con Jesús quien nos invita a la Mesa.
Desde 1957 otras frases nos han ayudado a articular nuestra vocación característica: Somos una iglesia “unida y unificante” en busca de la renovación a través de la visión de la oración de Cristo “que todos sean unos/unas para que mundo crea”. Nosotros somos una iglesia de “paz justa” con un compromiso para terminar con la violencia y opresión. Somos una “iglesia multirracial, multicultural” que anhela el día en que nuestras congregaciones reflejen de manera más integral la visión de Pentecostés. Somos una iglesia “abierta y afirmante” donde a nadie se le niega su identidad bautismal debido a su identidad sexual. Somos una iglesia “accesible” que valora los dones de todos/as sin importar sus habilidades físicas o mentales. Recientemente hemos estados pensando sobre lo que significa llamarnos a nosotros mismos “la iglesia del Dios que todavía habla”, una iglesia que cree que Dios tiene aún mucha más luz y verdad que compartir en Su Palabra.
Cada una de estas frases captura una dimensión importante de nuestra vida juntos/as. Sin embargo, Pablo también nos dice que centro de nuestra identidad trasciende las categorías humanas. En Cristo somos hijos/as de Dios a través de la fe, herederos/as de acuerdo a la promesa de Dios. Al final la identidad tiene que ver con pertenencia, y nosotros/as pertenecemos A Cristo antes que a ningún partido o agenda. Mientras celebramos esta semana el cumpleaños de la Iglesia Unida de Cristo, agradecemos aquellos dones que nos distinguen que marcan nuestra contribución exclusiva al testimonio cristiano en el mundo. Más aún, agradecemos que a través de esta iglesia hemos recibido nuestra herencia junto a todos/as quienes son uno/a en Cristo.
Reverendo John H. Thomas
Ministro General y Presidente
Iglesia Unida de Cristo