El Regalo del QUE Cuida

Mateo 8:14-15 (NVI): “Cuando Jesús entró en casa de Pedro, vio a la suegra de este en cama, con fiebre. Le tocó la mano y la fiebre se le quitó; luego ella se levantó y comenzó a servirle.”

 

Mi esposo y yo somos los cuidadores de su papá (93) y su mamá (90) ellos viven en el primer piso de nuestra casa de tres pisos, vivimos en el segundo piso. Debido a mi horario flexible como pastor, tengo el privilegio de despertarlos cada mañana, asegurándome que están limpios les preparo el desayuno antes de que llegue la ama de casa.  Muchas veces, me siento con ellos a desayunar, y mi suegra siempre se asegúra que yo como suficiente. Soy bendecido.

Cada noche es mi privilegio preparar a mi suegro para dormir, asegurando que su ropa interior esta seca y lo ayudo a cambiarse a sus pijamas limpia. Cada noche me dice, “yo soy todo configurado, buenas noches, y te veo en la mañana para el desayuno.” Mi corazón canta.

Nuestras comunidades Latinx tenemos el orgullo de ser pueblos que creen en la familia, las de nacimiento y las familias que creamos.  Nos esforzamos de cuidar y proteger a nuestros seres queridos, especialmente a los más vulnerables.  Ofrecer cuidado es rendir homenaje a aquellos, especialmente a nuestros mayores que se han sacrificado para sus familias.

No es ningún secreto que frecuentemente el cuidado de miembros de la familia es la responsabilidad de muchos de nosotros los LGBTQ que toman el rol de cuidadores principales de sus padres y familiares por igual; quizás es porque nosotros podemos empatizar con la marginación que puede venir de ser ancianos o enfermos por una sociedad que les rechaza y trata de hacerlos invisibles. Ser LGBT nos da discernimiento de lo que significa ser rechazado o invisibilizado.

Ser cuidadores nos permite decir a los que cerremos… “Te veo”… como Jesús lo hizo para la suegra de Pedro. Me imagino a la suegra de Pedro bendiciendo a Jesús con su gratitud por ser curado asegurándose de que él y los discípulos tenían suficiente para comer. Su regalo, el cuidado por el cuidador.

 

La respuesta de mis suegros por verlos realmente… es asegurarse que yo esté bien alimentado y asegurar sé que todas las noches yo sea bendecido.  ¿Qué más puedo pedir?

Cuidar es un regalo especial y con beneficio mutual lleno de bendiciones.  Bendecidos son aquellos llamados a ser los cuidadores; para recibir el cantico sanador de Cristo.

 

Roberto Ochoa, M.Div. ‘17 es pastor de Lake View Congregational Church en Worcester, miembro de la Coletiva de UCC Latinx Ministries y sirve en la Junta de Alumnos de Andover Newton.

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